Tenía unos 8 años cuando entré por primera vez en la clínica de Rosa, presentaba un problema en la forma en que me estaban creciendo los dientes. No puedo decir que me gustara ir… ¿pero a qué niño de 8 años le gusta ir al dentista? Aunque la verdad es que ponen todo su empeño, cariño y simpatía para que estés lo más cómodo posible desde que entras por la puerta. Después de muchos años de tratamiento y consultas, este es el resultado. No solo se centran en arreglar los problemas, además te conciencian de lo importante que es tener buenos hábitos de higiene bucal que te ayudan a mejorar tu salud dental.
Dicen que la sonrisa es la línea curva que lo endereza todo… hoy, casi 20 años después, doy gracias a todo este simpático equipo de profesionales que componen la clínica Rosa Cabrera por conseguir que personas como yo podamos exhibir esta bonita “curva”.
¡Gracias por todo!
Nuestro paciente Rubén vino a la consulta con 8 años y se realizó un tratamiento con brackets metálicos. Gracias a la retención, su sonrisa se mantiene perfecta 20 años después.